Pensar en los NO CLIENTES, la clave para vender más

Una de las mayores equivocaciones de los analistas web a la hora de enfrentarse a las estadísticas radica en ver cómo se comportan sus visitantes * Es mejor conocer cómo se comportan los NO CLIENTES * He aquí la explicación y algunas sugerencias para lograr la conversión.



Los Morfeo del marketing afirman que mejor que conocer el comportamiento de nuestros fieles seguidores es conocer los puntos que tienen en común los no clientes (de dónde vienen, qué hacen, cómo lo hacen…). ¿Por qué? Pues porque conocer estas semejanzas nos llevará a saber dónde debemos atacar, dónde podemos meter mano para mejorar. ¿Cómo? Seguiremos una metodología.

Hay 3 niveles de no clientes:

1. Los que están a punto de ser clientes. Esos que se quedan a las puertas y necesitan un pequeño empujón para finalmente ser convencidos. Les podremos localizar en nuestras páginas de carrito, han metido productos y no terminan de hacer el checkout o bien se han quedado en la última página antes de la compra. Si los analizamos bien, sabremos el punto de fuga preferido por estos clientes, los productos que nunca llegan a comprar… Es decir: ¿qué tienen en común los no clientes que están a punto o estuvieron a punto de serlo? Seguramente lo que toque aquí será mejorar una parte del proceso de compra, saber qué hay que optimizar, o al menos por dónde empezar a optimizarlo.

2. Los que deciden no ser clientes. Son los que llegan a nuestra web y se van inmediatamente. Es decir, los que llegan y se largan puesto que no les hemos gustado o no somos lo que estaban esperando. Aquí lo tenemos un poco más difícil que con los clientes del grupo 1. Nuestra meta es que con el proceso de optimización movamos un alto porcentaje del grupo 1 a ser clientes y un alto porcentaje del grupo 2 al grupo 1. Esto podremos conseguirlo optimizando las páginas donde aterrizan los nuevos no clientes desde la publicidad equis. Hay que estudiar qué tienen en común los puntos de entrada por los que los no clientes nos abandonan después de echar un primer vistazo. Hay que estudiar qué tienen en común los mensajes de captación o las keywords que utilizan los no clientes que rebotan. Y empezar a optimizar por ahí. ¿Son todos nuevos visitantes? ¿O son propensos a visitarnos y rebotar? ¿Qué tienen en común?

3. Finalmente tenemos a los no clientes porque no saben que existimos. Aquí lo que hay que optimizar son las campañas de captación en todos los canales. Esto es más cosa del departamento de marketing, aunque el analista debe ayudar a saber cómo está distribuyéndose el presupuesto de marketing y qué funciona y qué no funciona. Para poder darle más presupuesto a lo que pueda llegar a más gente, que podamos tocar a aquellos que no nos conocen y que pasen al grupo 2, al grupo 1 o incluso ¿por qué no? al grupo de clientes directamente.

Los no clientes son una fuente mayor de conocimiento que los clientes satisfechos. Debemos centrarnos en los intentos de conversión, no en la conversión en sí.

Entonces ¿cómo podemos centrar esto en una metodología de ataque? Con las microconversiones. No centrarnos en el objetivo final, en la conversión a cliente, sino identificar qué acciones están tomando los no clientes y qué les está llevando a que no pasen de ahí, que no lleguen nunca a la macroconversión. Hay que pensar que con cada microconversión estaremos más cerca de llegar a la macroconversión. No hay que pasar por todas las microconversiones para llegar a nuestro objetivo (menos mal) pero sí el ir sumando microconversiones significa que estamos logrando interesar al usuario, que lo estamos enganchando.

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